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En esencia hay dos tipos de adverbialización: la simple o de grado 1 (que da lugar a los adverbios frasales) y la oracional o de grado 2 (de la que nacen los adverbios oracionales). En cuanto a la simple, se realiza con las partículas prepositivas y la invariabilidad genérica y numérica (del adjetivo). Este tipo de adverbialización da a luz a dos tipos fundamentales de adverbios ad hoc: los propios, pro-adverbializables (con así, los modales solo) y los impropios, nunca pro-adverbializables (los causales, finales, etc.). Las construcciones cuantitativas se dividen en dos grupos o familias: las comparativas y consecutivas. Su carácter de adyacencia puede averiguarse por su supresión, sin grandes consecuencias sintácticas negativas (Juan es tan pobre como su padre > Juan es tan pobre.).